Quizá una de las definiciones más exacta de lo que es el periodismo de precisión la da el propio P. Meyer cuando dice que dicho modelo periodístico "rastrea y analiza mediante instrumento informático los contenidos de bases de datos, o que usa encuestas y sondeos para descubrir la realidad. También puede servir, por ejemplo, para verificar los datos que ofrecen los políticos en período electoral".
Por lo tanto, se trata de una especialización periodística en los métodos de escrutinio y sondeo de investigaciones sociológicas y de opinión pública, además de estadísticas oficiales sobre censos de población, etc.
Este nuevo modelo de periodismo, también
llamado de rastreo informático o database journalism, utiliza los
ordenadores para examinar las bases de datos y descubrir nuevas asociaciones
o correlaciones estadísticas en listados socioadministrativos y
de cruce de datos informativos en todo tipo de documentos informatizados.
Los expertos opinan que esta nueva fórmula de hacer periodismo será la más utilizada en los medios de comunicación en el siglo XXI.
Los expertos opinan que esta nueva fórmula de hacer periodismo será la más utilizada en los medios de comunicación en el siglo XXI.
A pesar de ser una práctica nueva del
periodismo, el periodismo de precisión tiene ya una clarificación
conceptual y unas características que permiten diferenciarlo de
otros modelos de periodismo: así como el llamado nuevo periodismo
de los años sesenta, divulgado con verdadera maestría por
Tom Wolfe y Jimmy Breslin, tenía una clara vocación literaria,
reflejaba el lado humano del acontecimiento e incidía en la personalización
del relato, el periodismo de precisión se caracteriza por:
- La utilización de las cifras en la
evaluación de un problema social.
- No hay personalización ni descripción de un hecho aislado, sino la descripción general de un problema social.
- Lo esencial del reportaje es la cuantificación numérica del problema analizado.
- No tiene por qué ser un tema de actualidad.
- Se basa en el empleo de un método de obtención de datos para validar la significación numérica.
- No hay personalización ni descripción de un hecho aislado, sino la descripción general de un problema social.
- Lo esencial del reportaje es la cuantificación numérica del problema analizado.
- No tiene por qué ser un tema de actualidad.
- Se basa en el empleo de un método de obtención de datos para validar la significación numérica.
El nuevo periodismo
con el periodismo de precisión
Si seguimos comparando el nuevo periodismo
con el periodismo de precisión -al fin y al cabo, el primero fue
la gran fórmula que revolucionó en los años sesenta
el concepto del reportaje, y posiblemente el segundo lo sea respecto de
los noventa- podemos apreciar puntos divergentes: el nuevo periodismo
abordaba la información como un relato, introducía elementos
literarios como recursos del autor -monólogos interiores-, en definitiva,
técnicas narrativas de ficción. Por el contrario, el periodismo
de precisión utiliza la cuantificación objetiva y científica
de los datos para apoyar sus tesis.
En cualquier caso, lo que determina el buen o mal uso de este tipo de técnicas es la profesionalidad y el rigor con que los periodistas aborden este tipo de trabajos. Por ejemplo, el número de camas hospitalarias de que dispone una Comunidad Autónoma puede ser un indicador del nivel de servicio sanitario de esa Comunidad, pero a lo mejor sería conveniente contar el número de médicos por cada mil habitantes para determinar la eficacia de ese servicio. ¿Y qué revela cualquiera de estos dos datos respecto de la salud real de los habitantes? Por otra parte, el simple recuento del número de camas puede reflejar los programas de subvenciones oficiales más que la prestación de un auténtico servicio sanitario. Es decir, para pretender realizar una rigurosa investigación como en el ejemplo comentado es necesario tener muy claro qué es lo que se quiere descubrir, operar hipotéticamente y hacerse previamente las preguntas que se quieren ver respondidas a través de los datos obtenidos.
El periodismo de precisión en su breve
historia ha obtenido ya unos grandes éxitos. Gracias a las técnicas
de investigación de este nuevo modelo periodístico, prestigiosos
profesores y periodistas norteamericanos han sido galardonados con el
Premio Pulitzer. Son los casos de Elliot Jaspin, Director de Proyectos
Especiales de la cadena periodística Cox Newspapers y Premio Pulitzer
en 1979. Es autor de libro The Reporter's Handbook.
Philip Meyer se hizo merecedor del mismo premio
en 1968 por la cobertura informativa de las revueltas ocurridas en Detroit
en el año anterior y que con el database journalism consiguió
desmontar la creencia de que dichos disturbios eran ocasionados por los
negros procedentes del sur de Estados Unidos que al llegar al norte encontraron
una válvula de escape para su discriminación racial. Philip
Meyer es profesor de Métodos de Investigación y Periodismo
de Precisión en la School of Journalism University of North Carolina
y autor del libro Periodismo de Precisión. Nuevas fronteras para
la investigación periodística (edt. Boch, Barcelona).
Dwight Morris es Director del Equipo de Investigación y Análisis por Ordenador de Los Angeles Times, pero fue en el Atlanta Journal-Constitution cuando actuó como supervisor de una serie de reportajes bajo el título de El color del dinero que ganó el Premio Pulitzer en 1988 y que permitió demostrar que la entidades financieras de la ciudad de Atlanta discriminaban a sus clientes por cuestiones raciales a la hora de conceder créditos.
Todos ellos han participado en las Jornadas Internacionales de Periodismo de Precisión e Investigación de Bases de Datos, celebradas en Madrid y organizadas por la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense y la Comisión Fullbright con el patrocinio de Fundesco-Telefónica y la Asociación de Editores de Diarios Españoles.
En realidad, el periodismo de precisión fue acuñado con este nombre por primera vez por Philip Meyer en 1973 cuando publicó el citado libro Precision Journalism. A Reporter's Introduction to Social Science Methods.
Dwight Morris es Director del Equipo de Investigación y Análisis por Ordenador de Los Angeles Times, pero fue en el Atlanta Journal-Constitution cuando actuó como supervisor de una serie de reportajes bajo el título de El color del dinero que ganó el Premio Pulitzer en 1988 y que permitió demostrar que la entidades financieras de la ciudad de Atlanta discriminaban a sus clientes por cuestiones raciales a la hora de conceder créditos.
Todos ellos han participado en las Jornadas Internacionales de Periodismo de Precisión e Investigación de Bases de Datos, celebradas en Madrid y organizadas por la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense y la Comisión Fullbright con el patrocinio de Fundesco-Telefónica y la Asociación de Editores de Diarios Españoles.
En realidad, el periodismo de precisión fue acuñado con este nombre por primera vez por Philip Meyer en 1973 cuando publicó el citado libro Precision Journalism. A Reporter's Introduction to Social Science Methods.
Estamos quizá ante el nacimiento de un nuevo
género periodístico que posiblemente dé lugar a una
nueva sección en los periódicos de grandes tiradas. Como
afirma José Luis Dader, director académico de las Jornadas:
"No será desde luego una moda pasajera. A medida que nos vayamos
metiendo más en el entorno informático, y sintamos la necesidad
de tener bases de datos, se hará connatural encontrarse correlaciones
estadísticas entre unas y otras cifras y se impondrá de
forma generalizada".
Según el profesor Dader, esto no significa que vaya a desaparecer la forma clásica de hacer periodismo, con el relato social o político, la entrevista inquisitiva, etc. Pero lo que sí es cierto es la importancia creciente de un periodismo capaz de tratar con rigor las encuestas electorales o los sondeos de opinión, de los que se pueden obtener conclusiones de una gran relevancia social.
La utilización de las técnicas del periodismo de precisión suponen un método científico de crear noticias merced a las nuevas correlaciones que pueden encontrase en el rastreo de bases de datos. Pero el ejercicio de este tipo de periodismo no sólo requiere la siempre necesaria intuición del periodista, sino que además necesita otras habilidades que aporten a la información un valor añadido. En palabras de Meyer: "El informador no debe ser sólo un mero transportista de la información, debe además procesarla de acuerdo con una serie de conocimientos que debe tener sobre aquello de lo que informa y de las fuentes".
Para la obtención de estas habilidades ya existen en las Facultades en Estados Unidos asignaturas específicas como la de Estadística I, II y III. Además,en EE.UU. existe ya una extensa bibliografía sobre este tema, así como cursos y seminarios que ahondan en la enseñanza de estas técnicas. Sobre todo, y más relevante, es la utilización de estas técnicas en una gran parte de los periódicos norteamericanos, al menos de los más importantes, como el New York Times y el USA Today.
Según el profesor Dader, esto no significa que vaya a desaparecer la forma clásica de hacer periodismo, con el relato social o político, la entrevista inquisitiva, etc. Pero lo que sí es cierto es la importancia creciente de un periodismo capaz de tratar con rigor las encuestas electorales o los sondeos de opinión, de los que se pueden obtener conclusiones de una gran relevancia social.
La utilización de las técnicas del periodismo de precisión suponen un método científico de crear noticias merced a las nuevas correlaciones que pueden encontrase en el rastreo de bases de datos. Pero el ejercicio de este tipo de periodismo no sólo requiere la siempre necesaria intuición del periodista, sino que además necesita otras habilidades que aporten a la información un valor añadido. En palabras de Meyer: "El informador no debe ser sólo un mero transportista de la información, debe además procesarla de acuerdo con una serie de conocimientos que debe tener sobre aquello de lo que informa y de las fuentes".
Para la obtención de estas habilidades ya existen en las Facultades en Estados Unidos asignaturas específicas como la de Estadística I, II y III. Además,en EE.UU. existe ya una extensa bibliografía sobre este tema, así como cursos y seminarios que ahondan en la enseñanza de estas técnicas. Sobre todo, y más relevante, es la utilización de estas técnicas en una gran parte de los periódicos norteamericanos, al menos de los más importantes, como el New York Times y el USA Today.
La situación del periodismo de precisión
en España no es, desde luego, generalizada, pero existe ya desde
el año 87 un tímido intento de inicio. Concretamente El
País publicó el 29 de marzo de ese mismo año, según
expuso José Luis Dader en las Jornadas, un artículo titulado
"Tener y no tener" donde a lo largo de tres páginas se
recogían las cifras de la pobreza en España y en el que
aparecen las características más genuinas de esta modalidad
periodística.
Si tuviésemos que clasificar de alguna forma el periodismo de precisión lo podríamos hacer según los niveles o grado de utilización:
Si tuviésemos que clasificar de alguna forma el periodismo de precisión lo podríamos hacer según los niveles o grado de utilización:
- El pasivo: se limita a dar noticia de los estudios
sociológicos que otros hacen.
- El semi-activo: aquel que interpreta parcialmente los datos.
- El de precisión propiamente dicho: realiza una hermenéutica de los datos que obtiene con la utilización del rastreo y cruce de bases de datos.
- El semi-activo: aquel que interpreta parcialmente los datos.
- El de precisión propiamente dicho: realiza una hermenéutica de los datos que obtiene con la utilización del rastreo y cruce de bases de datos.
En España este modelo de periodismo se encuentra,
en su mayoría, en el primer nivel. Todavía es precario,
está en fase de iniciación, es intuitivo. Los periodistas
españoles aún hacen "análisis rudimentarios
-en palabras de José Luis Dader- donde se hace uso del sentido
común".
Para que el periodismo de precisión se haga
más extensivo en la prensa española, es necesaria una mejor
formación metodológica de los periodistas, que las Facultades
recojan en sus Planes de Estudios este tipo de enseñanza, como
ya lo hace la Universidad Complutense en la modalidad de asignatura optativa.
También la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona recoge esta asignatura.
Hoy por hoy, el periodista español es algo reacio al uso de este tipo de técnicas de investigación asistida por ordenador a causa de la escasa cultura de uso de la tecnología informática y le cuesta reciclarse, según comenta José Luis Dader, quien afirma que la práctica de este tipo de periodismo vendrá de la mano de las generaciones jóvenes que han comenzado a utilizar los ordenadores como juego y están familiarizados con el entorno informático. Pero hay otro factor que hará inclinarse a utilizar esta tecnología a otro grupo de periodistas y es el creciente mercado competitivo dentro de la profesión, porque su práctica supondrá una diferenciación, una mayor calidad.
Hoy por hoy, el periodista español es algo reacio al uso de este tipo de técnicas de investigación asistida por ordenador a causa de la escasa cultura de uso de la tecnología informática y le cuesta reciclarse, según comenta José Luis Dader, quien afirma que la práctica de este tipo de periodismo vendrá de la mano de las generaciones jóvenes que han comenzado a utilizar los ordenadores como juego y están familiarizados con el entorno informático. Pero hay otro factor que hará inclinarse a utilizar esta tecnología a otro grupo de periodistas y es el creciente mercado competitivo dentro de la profesión, porque su práctica supondrá una diferenciación, una mayor calidad.
Porque no hay que olvidar que para ser efectivos
en la práctica de este modelo periodístico hay que tener
en cuenta factores como la habilidad y conocimiento en el manejo de la
tecnología informática, conocer las claves de acceso a las
bases de datos que se desean consultar y una depurada metodología
de análisis e interpretación de esos datos. De esta forma,
el periodismo de precisión sería algo así como la
búsqueda de la excelencia periodística.
Por otra parte, el periodismo de precisión
supone un instrumento de calidad para el periodismo de investigación.
Y mientras que la práctica de éste necesita fuentes dispuestas
a revelar secretos, por lo cual no es fácil encontrar material
en qué trabajar, además de que se requiere muchos recursos
en tiempo y personas, en el nuevo modelo periodístico las fuentes
son las bases de datos y la información obtenida de ellas se convierte
rápidamente en noticias, por lo que se ahorra tiempo y recursos.
Un ejemplo: Averiguar con un Who's Who's en formato libro cuántos
personajes pertenecen a un mismo grupo institucional de influencia, o
cuantos magistrados estudiaron en la misma Universidad, llevaría
meses. Realizar esto mismo mediante un rastreo por ordenador exige cinco
minutos, con una base de datos con más de cien mil fichas biográficas.
Pero no es oro todo lo que reluce. Así
como los periodistas agudizan su ingenio para extraer de las bases documentales
datos relevantes para una determinada investigación, también
los responsables últimos de esas bases documentales manipulan a
su gusto los datos que en ellas se introducen. Por ejemplo: el cuestionario
que se utiliza para hacer el censo en Estados Unidos debe ser aprobado
cada diez años por el Congreso. Cuando llega el momento de pedir
de nuevo esa aprobación se producen unas presiones enormes al organismo
encargado de hacer esa encuesta. "El Congreso nos somete a varias
presiones -nos cuenta Alvin Toffler en su libro Cambio de Poder por boca
de un responsable de ese departamento- hacemos una encuesta de muestra
sobre los aspectos financieros de la agricultura. Luego, el Congreso nos
dice que no recojamos esos datos porque podrían ser utilizados
para recortar la ayuda federal a los agricultores". Toffler continúa
en su libro, "las compañías de todos y cada uno de
los sectores presionan también a la Oficina del Censo para que
haga o deje de hacer determinadas preguntas".
Está claro, que independientemente de
lo objetivas que puedan parecer las bases de datos, no cabe duda de que
son un reflejo de los valores y relaciones de poder de la sociedad, concluye
el famoso guru norteamericano.
Este es, por ejemplo, uno de los escollos a los que se tiene que enfrentar el periodismo de precisión.
Pero no es el único. El rastreo de datos informáticos -que en España, por cierto, es escasísimo por la casi inexistencia de bases documentales a las que se puede acceder- plantea problemas por lo que supone de invasión en la vida privada de las personas, aunque hay muchos que opinan que el derecho a la información, el derecho a consultar los bancos de datos no debe quedar anulado por el derecho a la intimidad.
En España la legislación que regula el acceso a las bases de datos es todavía muy opaca. La LORTAD (Ley Orgánica de Regulación del Tratamiento de Datos) mantiene el principio de privacidad y no hay en ella referencias al acceso público.https://telos.fundaciontelefonica.com/telos/anteriores/num_035/actuali_noticias4.html
Este es, por ejemplo, uno de los escollos a los que se tiene que enfrentar el periodismo de precisión.
Pero no es el único. El rastreo de datos informáticos -que en España, por cierto, es escasísimo por la casi inexistencia de bases documentales a las que se puede acceder- plantea problemas por lo que supone de invasión en la vida privada de las personas, aunque hay muchos que opinan que el derecho a la información, el derecho a consultar los bancos de datos no debe quedar anulado por el derecho a la intimidad.
En España la legislación que regula el acceso a las bases de datos es todavía muy opaca. La LORTAD (Ley Orgánica de Regulación del Tratamiento de Datos) mantiene el principio de privacidad y no hay en ella referencias al acceso público.https://telos.fundaciontelefonica.com/telos/anteriores/num_035/actuali_noticias4.html
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