lunes, 9 de julio de 2012

Una enseñanza para el alma





“El arte admirable de la escritura es la primera puerta de los placeres intelectuales… El que se queda de la parte de afuera,  puede decirse  que se halla casi al nivel de la creación animal…”  Andrés Bello

      Aunque la imaginación de los infantes  es  inmensamente grande esta  debe ser incitada  con el “Arte Escolar”: pintar,    realizar interpretaciones musicales y    teatrales, contar cuentos llenos de magia  y fantasía. En suma     ¡incentivar  a los más pequeños de la casa a explorar el mundo creativo del arte!   Estimulando la  parte cerebral  derecha -que es bien sabido-  que se activa a través  de las artes -como la música, el canto, la plástica-  es allí donde florecen nuevas ideas ¡El  ingenio se activa  convirtiéndolos  en verdaderos creadores! 
    La posibilidad de simbolizar y buscar distintos lenguajes  de expresión   favorece los modos de  relación, de  vínculos con otros  y con los objetos, esto  hace que estemos más  sensibles con nuestro entorno. El arte  involucra  tanto a las personas que los practican como a quienes los observan. La experiencia que vivimos a través del mismo puede ser del tipo  intelectual, emocional,  estético o bien  una mezcla de todos ellos. A través del arte, las personas acceden a la creación de espacios -de encuentros- con el mundo cotidiano  y de  un modo muy particular de relación con el mismo.
    El arte tiene un inmenso potencial para el desarrollo de la autoestima. En cuantas oportunidades los maestros descubren   que existen alumnos que presentan dificultades en su rendimiento escolar y poseen grandes capacidades artísticas que deben ser explotadas. Descubrirlas  y desarrollarlas es tarea del maestro y sólo  es posible si creamos proyectos  que las desarrollen: con actividades específicas  y diversas para  que cada uno pueda manifestar sus intereses y  potencialidades  ¡Hacerlo permite descubrir y que nos descubran, valorar  y que nos valoren desde lo que cada uno tiene de singular y colectivo!


    Una  forma de motivar a los niños a la pintura es llevarles a visitar exposiciones de diferentes creadores. Para los más pequeños, hay museos que ofrecen visitas guiadas especialmente para niños ¡Además de talleres y juego! Muchos padres equivocados creen que los museos no son lugares especialmente apropiados para los niños en virtud de que pueden molestar a los diletantes. Sin embargo, a la primera visita que realizan con sus hijos a un museo, muchos padres son los sorprendidos por el comportamiento de los pequeños. La mimesis cobra fuerza en los niños: ¡Y, el silencio se vuelve cómplice del recorrido!
     La enseñanza musical debe tener diversidad de géneros. Y, en cuanto al canto: la tesitura debe estar acorde con la edad del alumno. No deben condenarlo a versionar canciones compuestas para adultos –de despecho, de delincuencia, de sexo, de muerte y borracheras-  ¡pisoteando su inocencia!




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