Veamos a continuación 10 consejos de Angulo:
- En primer lugar hay que salir a la calle a buscar historias y personajes.
- Prestar atención al entorno, a lo que cuenta la gente y a cómo lo cuenta.
- Observar para poder contar algo y, desde luego, querer contar algo.
- Para escribir en crónica hay que documentarse y también hay que reportear. Otra cosa es montarse un ensayo más o menos lúcido, según el bagaje de cada cual, o un relato autobiográfico.
- Recomendaría a al principio optar por la tercera persona y desaparecer técnicamente todo lo posible del relato.
- Es básico leer mucho: ficción y no ficción. Y fijarse, claro. Prestar atención no solo a las historias y argumentos, sino a las estrategias narrativas. Educando un poco la mirada, todos podemos detectar algunas de las herramientas discursivas habituales de los cronistas. Cómo alternan escenas y diálogos, por ejemplo, cómo emplean la descripción, cómo tratan siempre de presentar un conflicto argumental para que el texto pueda avanzar; cómo emplean o no las metáforas, las analogías y los símbolos; cómo generan tensión o cómo emplean la ironía, por ejemplo.
- Y después escribir, imitar esas estrategias que se hayan percibido en otras historias.
- Escribir mucho, siempre, a diario, para ir adquiriendo primeramente destrezas.
- Revisar lo escrito pasados unos días, autoeditarse una y otra vez, dejando pasar el tiempo, para tomar perspectiva sobre lo escrito.
- Contar con un personal training. Ahí es donde cumplen una buena función los talleres de crónica y las buenas clases de redacción periodística de las universidades.
AUTORA
María Angulo Profesora de Periodismo de
investigación UNIVERSIDAD DE
ZARAGOZA MARZO DE 2016
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